La serie extraída del “Rol de la Cirugía en pacientes con anomalías de la diferencia sexual (DSD)

 

 La serie extraída del “Rol de la Cirugía en pacientes con anomalías de la diferencia sexual (DSD)”

Está compuesta por dos imágenes, que muestran el antes y el después de un cuerpo, sometido a una práctica quirúrgica, que va determina estructuras estéticas en el cuerpo sexuado.  En la  primera imagen la persona  tiene un clítoris desarrollado, y en la segunda imagen tienen un agujero en su lugar, esta cirugía se denomina genitoplastia feminizaste. Además, la serie cuenta con, tres oraciones que se encuentran debajo del título genioplastia feminizaste que dan sustento argumentativo a lo que las imágenes sugieren como cirugía correctiva de genitales.  A continuación, están las oraciones elegidas

1.    “desde el punto de vista cosmética se puede lograr una apariencia femenina normal en la mayoría de los pacientes”

2.    La edad una controversia. Nuestras preferencias son en los primeros meses de vida, consideramos que es vital para la imagen corporal y el género.

3.    En caso de ausencia de tejido vaginal puede ser necesario su remplazo, preferimos el uso de colon sigmoide en pacientes con DSD  por no requerir el uso de tutores  post operatorios y tener lubricación natural”

El sistema medico produce cuerpos intersex rotos, ajustados a la noción binaria y adaptados bajo la lógica del silencio a un mandato de género femenino (La mayoría de las veces). sobre todo, adaptado a la lógica heterosexual que guía la práctica médica. Suponiendo que hay un sujeto femenino normal, que está definido por la apariencia normal de los genitales, por eso se hacen cirugías cosméticas. Para que, de una mirada al pasar, por esos cuerpos, pareciera que se tratase de una mujer, por la ausencia de pene y la reconstrucción de labios.

Además de esta vista al pasar, la mujer debe tener una vagina prominente, en donde entre un pene, forma parte de la normalidad del ser mujer, para ello se llevan a cabo cirugías que moldeen vaginas cuando no están. Por ello las personas que redactan el artículo del cual se extrae la serie, proponen a su antojo, por preferencia nomas de estos semidioses (les mediques), que si no hay vagina, debe ser construida una con otros tejidos del cuerpo, en este caso el colon sigmoide. Es una mirada heterosexual, que se preocupa más por el pene del observador, posible penetrador, porque el argumento para usar el colon es que tiene lubricación propia. El destino de una mujer normal es la heterosexualidad. La penetración pareciera ser el rol que define la existencia de los cuerpos femeninos y la única practica posible desde el punto de vista de la salud.  La oración contiene la palabra preferimos y la pregunta que sugiere esto es ¿quienes prefieren? ¿El equipo médico, la sociedad, la mirada patriarcal, ese ojo observador tácito que se encuentra mirando y ordenando los cuerpos al pasar? ¿Acaso no es posible imaginar una sexualidad femenina sin penetración? ¿Para qué necesita una vagina una niña en la infancia?

El sistema medico produce cuerpos inersex rotos, cocidas sus partes violentada su integridad corporal, en los primeros días de su infancia, en donde no puede elegir por sí mismo, a veces con la idea de que no habrá recuerdos. Se violan todos los derechos de l*s niñ*s construidos a lo largo de la historia humana y sin ninguna consecuencia legal. El sistema médico y social adapta a los cuerpxs, los obliga a vivir en una ficción social de la diferencia sexual y la realidad materialmente construida desde la cultura de la diferencia de género. Cuando se toca con otras intersecciones como la pobreza y la etnia (raza y clase), las vulneraciones aumentan.

Se toman cuerpos sanos de niñ*s, se someten a la revisión, se los declara subhumanos, a través del uso de lenguaje horrorizaste, como anomalía, desorden, malformación, aberración, hermaforditismo. Una serie de elementos lingüísticos que abona la idea del monstruo humano, un cuerpo cuyo valor está por debajo de otros cuerpos, una especie de subhumano sobre el que es licito determinar correcciones.